Durante el verano tenemos mucho más tiempo para nosotros. Ya no sólo por las vacaciones (en caso de tenerlas), sino porque hay más tiempo de luz solar y en los fines de semana podemos hacer muchas cosas, muchas más que en invierno.
Una de las principales cosas que se hacen en verano, es realizar salidas, ya sea a la playa o al río, haciendo así que nuestra piel esté más expuesta al sol de lo normal.
El calor deshidrata la piel de la epidermis más rápidamente y la sudoración aumenta la humedad, haciendo que la piel se vuelva más sensible a infecciones cutáneas que pueden llegar a traducirse en granitos, eritemas, etc…
Por todo esto, en verano debemos de cuidar la piel y a nosotros mismos más que nunca. Para ello, desde Verfarma recomendamos:
1) Usar protector solar para protegerse de los rallos del sol y de los rayos ultravioletas. Para ello, y dependiendo de varios factores, como el tiempo que estemos en la playa/piscina, tipo de piel y manchas, deberemos de usar un tipo de protector solar u otro. En las farmacias podemos encontrar de protección baja (8 y 10 FPS), media (15, 20 y 25 FPR), alta (30, 35 y 40 FPS) y muy alta (65 y 80 FPS). Por ejemplo, para las personas de piel muy clara es recomendable usar protecciones con FPS altos, como es el caso de 30-40 FPS.
Recomendamos no exponerse al sol en las horas más acusadas y en caso de hacerlo, que sea con una sombrilla, un sombrero y gafas de sol, ya que las retinas y córneas también puede quemarse y producir infecciones en los ojos.
2) Si pensamos utilizar el protector solar del año pasado, debemos de fijarnos en la fecha de caducidad, porque como los alimentos, este tipo de crema también tiene una fecha en la que no es apta para aplicársela. En caso de usar un protector solar caducado es posible que haya perdido propiedades y deje de ser eficaz.
3) Aplícate protector solar cada 2 horas como mucho, ya que, a partir de este tiempo, el 80% de la capacidad de barrera protectora se habrá perdido.
4) Aplicar cremas hidratantes tanto al cuando nos vamos a ir de la playa/piscina, como después de cada ducha. De esta manera tendremos la piel cuidada, limpia y bien hidratada.
5) Debemos de beber mucha agua. Como hemos dicho anteriormente, el calor deshidrata la piel, haciendo que sudemos más de lo normal y que perdamos líquidos del cuerpo. Por ello, y para no sufrir una deshidratación completa, mareos o pérdidas de conocimiento, se debe de llevar siempre encima una botella de agua (si es fresca mejor) para estar constantemente hidratados.
6) Aconsejamos moderar el consumo de carnes y aumentar el consumo de frutas y verduras, ya que aportan una gran cantidad de Vitaminas A, C y E que previenen el proceso oxidativo y ayudan a regenerar los tejidos.
7) No recomendamos en absoluto hacer deporte en las horas de máximo calor, es decir, entre las 12 y las 4 de la tarde. Es preferible salir a hacer deporte al aire libre por la noche, ya que las temperaturas bajan y nuestro cuerpo no sufre tanto.
8) Cuida tu pelo. Entre la acción del sol, el agua del mar y el agua con cloro de las piscinas, el cabello también sufre. Por ello deberemos de utilizar cremas específicas para proteger el cabello.
