Aunque no se hayan usado o ni siquiera se haya abierto el envase, los medicamentos no pueden devolverse a la farmacia con la misma facilidad que se hace con una prenda de ropa, con el calzado o con cualquier otro bien de consumo. Sin embargo, los consumidores desconocen este detalle que ocurre con asiduidad en las boticas. Acuden a devolverlo bien porque se han equivocado o bien porque han comprobado que ya lo tenían en casa. Trataremos de explicar por qué los farmacéuticos no pueden aceptar la devolución de medicamentos a pesar de estar cerrados y no haber sido utilizados. 

 

Por razones sanitarias

En primer lugar, los medicamentos no pueden devolverse por razones sanitarias. Una vez que el farmacéutico dispensa un medicamento en su farmacia y sale del lugar en el que está almacenado según las condiciones que especifica el mismo, ya se rompe la cadena de frío, pierde su trazabilidad y, además, no se puede probar que se conservará en unas condiciones óptimas que garanticen su eficacia y seguridad. 

Y nosotros mismos también podríamos hacernos una pregunta: ¿aceptaríamos adquirir un medicamento que hubiese devuelto otra persona sin saber si se ha conservado bien o si ha sido manipulado?

A la hora de querer devolver un medicamento, el farmacéutico no puede saber ni garantizar que no se haya manipulado (aunque no falte ni un comprimido ni una gota del medicamento en cuestión). Tampoco que se haya expuesto a unas incorrectas condiciones de conservación. Recordemos que hay muchos medicamentos que no toleran las altas temperaturas (más de 25 o 30 grados), la humedad o la luz solar y esto mismo viene detallado en el prospecto de los mismos. Ejemplo de ello son los medicamentos termolábiles (aquellos que han de mantenerse refrigerados en la nevera) especialmente vacunas inyectables y antibióticos.

 

Por cumplir con la ley

La segunda razón tiene que ver con la legalidad. Según dicta la legislación sanitaria española, el farmacéutico es el garante de la custodia y la conservación de los medicamentos desde que llegan a la farmacia hasta que se dispensan al paciente. Por tanto, el profesional no puede aceptar la devolución de un remedio para evitar riesgos a terceras personas y así cumplir con las premisas de eficacia y garantía.

En el artículo 2.6 de la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios se detalla la prohibición, por parte del farmacéutico, de volver a dispensar cualquier medicamento previamente adquirido y devuelto por otro cliente.

 

Conservación de los medicamentos

Por nuestra salud, conviene recordar cómo hay que conservar los medicamentos:

  • Guardarlos a una temperatura inferior a 25 o 30 grados (o lo que indique el prospecto).
  • Para evitar el calor y la humedad, se recomienda no guardarlos ni en la cocina ni en el baño.
  • No dejarlos al alcance de los niños.
  • Conservar los comprimidos en el blíster (y no sueltos en cualquier lugar) hasta consumirlos.
  • No guardarlos una vez que hayan caducado. Para deshacernos de ellos, los podemos llevar a nuestra farmacia de confianza.

 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

Cargando...

Un momento por favor...

Las cookies son importantes para ti, influyen en tu experiencia de navegación. Usamos cookies técnicas y analíticas. Puedes consultar nuestra Política de cookies. Al hacer click en "Aceptar", consientes que todas las cookies se guarden en tu dispositivo o puedes configurarlas o rechazar su uso pulsando en "Configurar".

Aceptar Configurar