Investigadores norteamericanos están estudiando la creación de un moco sintético para controlar las bacterias patógenas y así poder remediar las infecciones causadas por la resistencia a los antibióticos

Los expertos prevén que sean muchas las enfermedades que sean inmunes a este tipo de medicamentos en un futuro, por lo que la creación de este moco sintético constituiría una gran solución.

Aunque no pensamos en los mocos hasta tener un resfriado, la realidad es que el cuerpo humano produce aproximadamente un galón (esto es, 3’8 litros) de moco diariamente que sirve como protector en la superficie interna del organismo, incluyendo no sólo la nariz, sino también la boca, los pulmones, el tracto digestivo, los ojos y el aparato reproductivo femenino.

Fue una profesora de Ingeniería del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) de Estados Unidos, Katharina Ribbeck, la encargada de presentar la investigación en la reunión de Biología Experimental 2017, enmarcada dentro de la convención anual de la Sociedad Americana de Bioquímica y Biología Molecular, celebrada del 22 al 26 de abril en Chicago. 

Además de las bacterias y microbios que nos rodean en nuestro exterior, dentro del organismo conviven trillones de microbios, especialmente dentro del moco que recubre el aparato digestivo. 

 

Funciones y futuro del moco

Dicha investigación se ha basado en las funciones del moco, que ayuda a mantener un equilibrio saludable entre los microbios beneficiosos y los que se consideren dañinos. La doctora Ribbeck afirma estar convencida de que esta sustancia viscosa puede ayudar en la búsqueda de nuevas estrategias frente a la protección de infecciones, especialmente las que tengan que ver con un crecimiento excesivo de microbios nocivos.

Sin embargo, la doctora Ribbeck asevera que el moco no mata a los microbios, sino que los domestica. En el proyecto, el equipo investigó cómo las mucinas (la sustancia que forma el principal componente de las secreciones salivales y mucosas) influyen en la composición de los microbios internos del organismo, restringiendo la formación de biofilms (o ensambles multicelulares) por parte de los microbios.

 

Un caso en concreto: las mucosas de la boca

En un estudio, los investigadores examinaron las mucinas de la saliva (denominadas MUC5B), que contenían dos tipos de bacterias: la 'Streptococcus mutan's", que causa la caries, y la 'Streptococcus sanguinis', asociada a condiciones bucales sanas y pudieron comprobar que las primeras crecen más rápido que las segundas cuando lo hacen fuera de la saliva o de las mucinas. Así, en presencia de las mucosas, ambos microbios se equilibran, por lo que se confirmaría que las mucosas frenan el aumento de bacterias nocivas y se podrían prevenir enfermedades como la caries.

El siguiente paso en la investigación de este equipo es indagar en el papel potencial de las mucinas en el mantenimiento de la flora microbiana en otras superficies mucosas en todo el organismo para prevenir un mayor número de enfermedades. 

 

Ya están comenzando a trabajar en el diseño del moco sintético

Además, la investigadora también quiso recalcar en que su laboratorio y otros de todo el mundo han comenzado a diseñar un cierto tipo de plástico (el polímero) inspirados en la mucina y el moco sintético con el fin de controlar los patógenos problemáticos y así poder detener la amenaza que suponen los microbios que resisten a los antibióticos. 

 

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