Cada temporada la sabia naturaleza nos brinda frutas y vegetales nuevos. Con la estación de las flores llega el momento de recoger muchas cosechas. Ello trae una reposición en nuestra cocina. Los mercados (de abastos, no supermercados) comienzan a llenarse de estos productos frescos. Es mejor comprarlos y disfrutarlos ahora porque tienen mejor sabor y color, además de que son más baratos (al haber mayor oferta de ellos). 

Las frutas y verduras de la temporada primaveral se caracterizan por ser ricas en vitamina A y betacarotenos (que protegen la piel y son de gran ayuda para los síntomas de las alergias), vitamina C y vitaminas del grupo B (reducen el estrés y ayudan al funcionamiento del sistema nervioso y a la regeneración de tejidos).

Aunque muchos de éstos los ingerimos durante todo el año, bien sea en precocinados congelados o ya sean productos importados, es ahora cuando se recoge la cosecha y resultan mucho más deliciosos para nuestros cinco sentidos. 

 

Propiedades de las frutas de primavera

Fresas: son ricas en vitamina C, ácido fólico, fibra y minerales como magnesio y cobre. Son depurativas y ayudan a eliminar toxinas.

Cerezas: son muy hidratantes ya que contienen agua. También aportan fibra, hidratos de carbono, lípidos, proteínas y vitaminas A, C y E. Ayudan a regular nuestros ritmos del sueño y son muy bajas en calorías, por lo que son ideales para picar entre horas.

Melocotón y nectarina: comienzan a recolectarse a final de primavera. El 86% de estas frutas es agua y tienen un alto contenido en fibra, por lo que es un buen diurético y ayuda a los enfermos de diabetes al regular los niveles de azúcar en sangre. También aportan vitamina C, potasio y fibra. Ayudan a mejorar el flujo sanguíneo.

Nísperos: gran fuente de potasio, magnesio, hierro y calcio, además de vitaminas A, B2 y C, que actúan como antioxidantes. También contienen fibra por lo que son depurativas y ayudan a eliminar toxinas.

Albaricoques: rica en vitaminas A y C y minerales como el calcio, magnesio y potasio. Aporta betacarotenos, que ayudan al bronceado en verano y es un gran diurético. También refuerzan el sistema inmunológico y son de gran ayuda al sistema nervioso.

Ciruelas: proporcionan mucha agua y fibra. Son un gran desintoxicante y facilitan la digestión. También aportan hidratos de carbono, vitaminas A, C y E y minerales como hierro, magnesio y calcio.

 

En cuanto a las verduras...

Zanahoria: rica en vitamina A y betacarotenos, que ayudan a mantener mejor el bronceado. También son muy buenas para la vista.

Espinacas: son ricas en fibra, hierro, ácido fólico y vitamina A y contienen muy pocas calorías. 

Calabacín: tienen muy pocas calorías y son una fuente de vitamina C, hierro, calcio, magnesio. Además son antioxidantes.

Calabaza: contiene vitamina A. Ayuda a proteger nuestra vista y nuestro corazón.

Tomate: rico en potasio y vitamina C, y con un gran poder antioxidante. Fuente de betacarotenos, que ayudan a la pigmentación de la piel durante el bronceado.

Pepino: muy hidratante ya que gran parte de él es agua. Muy recomendado en dietas. También se usa en mascarillas faciales.

Alcachofa: contienen calcio, hierro, fósforo y mucha fibra y son muy diuréticas. Son de gran ayuda para combatir la retención de líquidos y reducir el azúcar en sangre. 

Habas: las habas frescas sólo se consiguen en primavera. Son muy bajas en calorías y una gran fuente de fibra y proteínas.

Espárragos trigueros o verdes: gran fuente de fibra. Diuréticos.

Cebolla: aunque la encontramos todo el año en el mercado, en primavera va muy bien para mejorar la congestión nasal provocada por las alergias. Contiene vitamina B, magnesio, calcio y potasio.

También podemos consultar en la página web de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) el calendario de frutas y verduras de temporada, que nos permite interactuar escogiendo el mes que más nos interese y saldrán los vegetales que se recomienda consumir en esa temporada, además de los que se importan de otros países.

 

Ensaladas, brochetas, postres... y flores

Todos estos ingredientes pueden usarse para realzar el sabor de nuestras comidas o para preparar guarniciones de ensalada que acompañen a la carne o al pescado. Con ellos también se pueden hacer ricas brochetas a la plancha. Y con las frutas exquisitas cremas y postres.

A todos esos vegetales puede sumarse un peculiar ingrediente a nuestras recetas: flores. Además de servir como adorno en la mesa o en cualquier zona de la casa, las flores pueden realzar un plato, además de usarse como guarnición, entre las que destacan las violetas, las rosas o las capuchinas, aliñadas con aceite y vinagre de frambuesa constituyen una excitante combinación de sabores y colores. 

Hay que tener en cuenta algunos consejos para consumir flores: comprarlas en tiendas y floristerías de confianza donde no hayan usado venenos ni pesticidas, lavarlas muy bien y emplear sólo los pétalos. En el momento de aliñar, hay que hacerlo con sumo cuidado al servir para que la flor no se quede mustia y no pierda su color y textura.

Hay unas flores que se encuentran con mayor facilidad ahora en primavera: las de calabaza y calabacín, que se usan mucho en las cocinas de otras culturas (como la mexicana). Las sirven como acompañamiento en ensaladas (con un poco de queso cremoso tipo Philadelphia) o rellenas. Nunca está mal ampliar horizontes gastronómicos, así que, por curiosa que parezca, aquí os dejamos con la siguiente receta mexicana:

 

 

 

 

 

 

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