El Parkinson es una enfermedad causada por un trastorno neurodegenerativo crónico que, con el tiempo, conduce a una incapacidad progresiva a causa de la destrucción de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra.

El Parkinson frecuentemente es clasificada como un trastorno del movimiento, pudiendo llegar a desencadenar alteraciones en la función cognitiva, en las expresiones de las emociones y en la propia autonomía del individuo.

Se caracteriza porque la persona que lo sufre padece temblores en reposo, movimientos repetitivos de los dedos, rigidez muscular, lentitud en los movimientos, pérdida de reflejos, falta de expresiones faciales en el rostro e inclinación hacia delante del cuerpo.

También se pueden distinguir determinados signos típicos del Parkinson, como exceso de salivación, aumento del apetito, no se soporte correctamente el calor, piel grasa, inestabilidad emocional y/o trastornos del juicio. Pueden pasar de un estado anímico a otro en cuestión de segundos (depresión, apatía, alteraciones cognitivas, trastornos del sueño, alteraciones sensoriales y dolor, anosmia…)

Actualmente no existe cura para esta enfermedad ya que no se ha identificado ningún marcador biológico. A pesar de ello, una persona que sufre de Parkinson puede comer cualquier alimento, llegando algunos a frenar la progresión de la enfermedad.

Algunos de los alimentos que recomiendan los médicos son:

-    Alimentos ricos en proteínas: lácteos, carnes, pescado, huevos.
-    Cereales integrales, patatas, legumbres y frutas ricas en antioxidantes y fibra.
-    Verduras y hortalizas en general, pero especialmente zanahoria rica en carotenos, aquellas que contengan vitamina E y C y carotenos.
-    Se recomienda beber al menos 1,5 litros de agua al día. En su defecto, también se podrá beber caldos desgrasados, infusiones suaves y zumos naturales.
-    Habas, ya que contienen levodopa, precursor de la dopamina.

Por otro lado, también existe una serie de alimentos de los que no se debe de abusar, por lo que deberíamos de reducirlos:

-    Por contraindicaciones de los medicamentos que tratan el Parkinson, no se debe de abusar la vitamina B6, presente en plátanos, hígado, harina de avena y cacahuetes.
-    Bebidas alcohólicas, estimulantes o café.
-    Carnes grasas como el cerdo, la ternera o el pato.
-    Carnes ahumadas o curadas, charcutería (salchicha, foie y patés), vísceras, pescados adobados, salazones, ahumados o escabeches.
-    Frutas confitadas y escarchadas.
-    Manteca, tocino, sebos, aceites de coco y palma, manteca de cacao y productos que contengan chocolate o pralinés.
-    Alimentos astringentes.
-    Alimentos pegajosos o que se disgreguen en la boca como las galletas, los caramelos, bombones o toffees.
-    Comida rápida como hamburguesas, perritos calientes, pizzas o pastelería entre otros…

Para finalizar, sí que se deben de seguir las siguientes recomendaciones generales para mejorar el estado y la salud de la persona que sufre Parkinson.

-    Se debe de mantener una dieta ligera y variada. No se debe de llegar nunca al sobrepeso, o en caso de sufrir de sobrepeso, hacer una dieta apta para perder peso y que sea compatible con personas con Parkinson. (consultar a su médico, dietista o nutricionista)
-    Es recomendable que se duerma en un colchón duro en posición horizontal y un poco inclinado hacia abajo.
-    Hacer tablas de gimnasia con brazos y piernas.
-    En caso de incorporarse, ya sea de la cama, el sofá o de una silla, se debe de hacer en varias fases, es decir poco a poco, nunca de golpe.
-    Actividades intelectuales o culturales.
-    Se debe de evitar el estrés.

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