A las compresas y tampones (no exentas de polémica con su abusivo IVA) les ha salido un competidor: la copa menstrual. Llegó hace apenas un par de años para revolucionar el sector de la higiene íntima femenina. Y vino acompañada, cómo no, de disputas. Sobre ella han surgido opiniones para todos los gustos. 

 

¿Qué es exactamente la copa menstrual?

Seguro que algún/-a despistado/-a no sabe aún lo que es la copa menstrual. Es una pequeña copa flexible que se coloca dentro de la vagina durante los días de la menstruación. En lugar de absorber el flujo como hacen las compresas y los tampones, lo que hace es recogerlo. 

La mayoría de las copas están fabricadas con materiales como silicona o goma. Otras, en cambio, contienen látex, por lo que las mujeres que sean alérgicas a este componente deberán adquirir una copa que sea únicamente de silicona. Las hay que son desechables y otras que son reutilizables y, por tanto, duran mucho más. 

 

Ventajas de la copa menstrual

-Bajo coste: aunque las haya desechables, las reutilizables están diseñadas para que puedan usarse durante años. Sólo hay que leer bien la etiqueta del envase antes de comprarla. Una pequeña inversión de 8 o 10 euros (aprox.) es suficiente y supone un gran ahorro frente al precio de tampones y compresas que habría que gastar durante ese mismo periodo de tiempo. 

-Menos deshechos: al ser reutilizables, hay menos desechos y hay que talar menos árboles para fabricar compresas y tampones.

-Menos compras: con una copa reutilizable que dure años, no habrá necesidad de bajar al supermercado a comprar cualquiera de las otras alternativas para esos días. 

-Fácil de usar: la colocación es parecida a la de un tampón, así que quien los haya usado, no debería tener problemas para usar una copa. Simplemente hay que doblarla un poco para que se asemeje a un tampón, dirigirla hacia la parte de atrás de la vagina y empujarla un poco. Una vez dentro, se abrirá  por sí misma. Bien colocada no debería notarse. 

-Más tiempo entre los cambios: puedes estar hasta 12 horas sin cambiar la copa, cosa que con compresas o tampones no ocurre, ya que hay que cambiarlos, como mínimo, cada cuatro horas (dependiendo de la cantidad de flujo menstrual). Sin embargo, si el flujo es muy intenso, se recomienda cambiar la copa cada menos tiempo para evitar posibles fugas. 

-Menos olor vaginal: el fluido no está expuesto al aire, ya que la copa recoge el flujo, así que podrás olvidarte de este embarazoso y molesto olor. 

-El pH vaginal permanece en su lugar. Los tampones absorben los fluidos vaginales y la sangre y esto puede alterar el pH y la flora bacteriana de la vagina. Con la copa menstrual no ocurre esto, al no haber absorción

- Aunque a algunos pueda causarles aversión o asco, es posible mantener relaciones sexuales con la copa colocada.

 

Inconvenientes:

-Dificultad de inserción y colocación en algunas mujeres. Las chicas que nunca hayan mantenido relaciones sexuales y las más jóvenes podrían tener dificultad para colocar la copa. Lo mismo ocurre con las mujeres que lleven un DIU, ya que el uso de la copa podría descolocarlo, por lo que hay que consultar al ginecólogo antes de apostar por el uso de la copa. Los problemas anatómicos (fibroides, útero discendido…) también dificultan su inserción, ya que ésta podría no colocarse en el lugar adecuado. 

-El vaciado y la limpieza. Este quizá sea el principal inconveniente de muchas mujeres. A más de una le da asco ver su propia sangre y mucho más si es para vaciar la copa y limpiarla. Y este embrollo es aún mayor si hay que hacerlo fuera de casa, en un aseo público. 

 

 

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