La vista es, quizá, el sentido más importante que poseemos. Al menos la mitad de la información que percibimos es a través de ella. Lo mismo ocurre para disfrutar de otras cosas, pequeños placeres que nos llenan a diario: disfrutar de nuestros seres queridos y amigos, leer, ver la televisión o una película, disfrutar de un bello paisaje… También para trabajar o conducir

Desde que nos despertamos hasta que nos acostamos nuestros ojos están activos. Sin embargo, no siempre les prestamos la atención que precisan y sólo los cuidamos cuando nos dan alguna molestia. Por ello es muy importante aprender a cuidar nuestra vista con sencillos hábitos que poner en práctica a diario. Aquí van algunos consejos:

 

1. Ojo con lo que comes. 

No sólo para cuidar la vista, sino la salud en general, hay que prestar mucha atención a nuestra alimentación e incluir en nuestra dieta vitaminas A, C y E, esenciales para nuestra visión, pues en la retina hay unas células que se alimentan de estos nutrientes y así funcionan mejor, evitando complicaciones en la vista. 

La vitamina A la encontrarás en zanahorias, espárragos, nectarinas, albaricoques y leche. La vitamina C, sobre todo en cítricos y la E en verduras, frutos secos y aceite de oliva. Para la vista también es bueno el Omega 3, presente en pescados como el salmón. Asimismo, es recomendable que las personas mayores o enfermas que no sigan una alimentación adecuada ingieran algún complemento vitamínico o mineral como magnesio, selenio o zinc. 

 

2. Vigila la iluminación. 

Para reducir la fatiga ocular, asegúrate de que la iluminación sea la adecuada si vas a leer, ver la televisión o trabajar con alguna pantalla. Para leer la fuente de luz ha de estar detrás nuestro y enfocada en el libro. Para ver la televisión o trabajar con el ordenador hay que evitar que se produzcan reflejos de luz sobre la pantalla. 

 

3. Monitores y pantallas a una correcta distancia y con iluminación. 

Los expertos señalan que no hay que usar los monitores y pantallas (ordenadores, tablets, smartphones, móviles, televisores…) a oscuras o con una mala iluminación, pues eso genera cansancio extremo en los ojos que acaban afectando a nuestra graduación. Asimismo, hay que dejar una cierta distancia para verlos (50 cm. en el caso de ordenadores y tablets y entre 2 y 3 metros para las televisiones, dependiendo de su tamaño). 

 

4. Mantener los ojos hidratados. 

Sobre todo si se trabaja delante del ordenador. Parpadear a menudo puede ser una solución para ello. Si tienes sensibilidad en ellos o los tienes secos existen lágrimas artificiales (recetadas por oftalmólogos) para humectarlos.

 

5. No frotarse los ojos. 

Si los ojos se contaminaran con algún cuerpo extraño como una mota de polvo o sustancias químicas, se aconseja lavarlos inmediatamente con abundante agua sin frotarlos y acudir a un especialista.

 

6. Usar gafas de sol hasta en invierno. 

A pesar de que en esta estación hay días en que el sol apenas luce y sus rayos no son muy molestos, los especialistas aseguran que los rayos UV sí están presentes. Desgastan la vista y traen consigo problemas como las cataratas (que hay que operar) o quemaduras de retina, entre otras enfermedades. Para prevenirlo, lo mejor es llevar gafas de sol (no sólo por una cuestión de moda) con la máxima protección y graduadas. 

 

7. Ponerse gafas para conducir. 

Si tienes problemas de vista y tu oculista te lo recomienda, úsalas. Además de evitar la fatiga visual, podrás circular con mayor seguridad y ver todo con nitidez, evitando algún que otro susto. Guarda unas gafas de repuesto en la guantera por si olvidas las tuyas en casa. 

 

8. Al volante, realizar los descansos necesarios. 

Cuando conducimos, la vista cansada puede reducir nuestros reflejos dificultando la identificación de los obstáculos que aparecen en la vía y de situaciones peligrosas. Para ello, además de usar unas gafas acordes a la graduación de nuestros ojos, debemos parar a descansar durante, al menos, 20 minutos cada 2 horas, además de mantener el vehículo a una temperatura adecuada (si ponemos la calefacción puede darnos sueño). 

 

9. Cuidar la higiene de las gafas y lentillas. 

No hay que olvidar cuidar las gafas como a nuestros ojos: limpiarlas en húmedo y con productos de óptica, evitar que vayan muy ajustadas o flojas, cuidado con los arañazos… Lo mismo ocurre con las lentillas, que hay que limpiar a diario con un líquido específico cada vez que nos las quitamos o ponemos y hay que guardarlas en un estuche limpio y libre de bacterias al que hay que cambiarle el líquido todos los días. Las mujeres deben tener especial cuidado con ellas al maquillarse. Ambas soluciones son como nuestros segundos ojos y, si no se cuidan correctamente, sólo conseguiremos forzar la vista y dañarla. 

 

10. Aprender a relajar la vista. 

Para ello pueden realizarse ligeros masajes alrededor de los ojos o sobre ellos con leves presiones para disminuir la tensión acumulada en ellos y en los músculos adyacentes. También es recomendable aliviar la fatiga visual retirando la vista del objeto que estemos mirando (una pantalla, un libro…) realizando la técnica del 20/20. ¿En qué consiste? Muy fácil: por cada 20 minutos delante del monitor, debes descansar la vista 20 segundos mirando al horizonte, sin fijarla en ningún punto en concreto. 

 

11. Acudir al oftalmólogo o a un oculista con regularidad. 

Aunque no detectes ningún problema en tu vista, lo ideal es realizar un examen visual una vez cada uno o dos años. También se recomienda llevar a los niños a revisión a partir de los tres años y comenzar a enseñarles a cuidar la vista. Así evitarán posibles suspensos en el cole si no ven bien la pizarra. 

 

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