Los andrógenos anabólicos son esteroides derivados de la testosterona, principal hormona sexual masculina sintetizada en el testículo y glándulas suprarrenales, y encargada principalmente del crecimiento del músculo esquelético (efectos anabólicos) y del desarrollo de características sexuales masculinas (efectos androgénicos).

 

Fueron desarrollados a finales de la década de 1930 primordialmente para tratar el hipogonadismo, una condición en la que los testículos no producen suficiente testosterona para un crecimiento, desarrollo y funcionamiento sexual normales.

Durante dicha década los científicos descubrieron que los esteroides anabólicos facilitaban el crecimiento muscular en los animales de laboratorio, lo que llevó al uso de estos compuestos primero por los culturistas y después por atletas en otros deportes difundiéndose hasta actualmente, donde el uso de anabolizantes en los gimnasios se ha convertido en una práctica habitual sin ningún tipo de control ni conocimiento de las graves consecuencias futuras que pueden provocar.

 

Se han desarrollado multitudes de esteroides anabólicos diferentes, siendo únicamente indicados para personas con alteraciones del metabolismo proteico que cursan con pérdida de masa muscular y balance negativo de nitrógeno, como en casos de desnutrición severa, tratamientos prolongados con dosis elevadas de corticoides, quemaduras graves, tratamientos anticancerosos..etc 

La mayoría de los esteroides utilizados ilegalmente provienen de contrabando de otros países, son sacados de las farmacias estadounidenses o son sintetizados en laboratorios clandestinos, donde falsifican todo tipo de sustancias.

 

La posología es oral o inyectada y los usuarios suelen tomarlos en ciclos de semanas o meses, esto consiste en consumirlos por un periodo de tiempo, interrumpir el consumo y volver a empezar la toma de los fármacos varias veces durante un año.

Realizan combinaciones de diferentes clases de anabolizantes en distintas fases, inhibidores de estrógenos (tamoxifeno), inhibidores de la aromatasa (anastrozol), hormonas gonadotróficas (HCG) y protectores hepáticos como la silimarina, con objetivo de maximizar su eficacia y al mismo tiempo minimizar efectos desfavorables. 

Los periodos de descanso creen que son para permitir que los niveles de testosterona vuelvan a los valores normales disminuyendo los efectos adversos y la necesidad de incrementar la dosis para obtener el efecto deseado, cuando la realidad es una continua alteración hormonal sin control, que va produciendo daños en muchos de los casos irreversibles.

 

Al aumentar los niveles de testosterona en el organismo bien de forma pura o bien por derivados, inevitablemente se está aumentando su catabolización, presentando dos formas principales, la aromatización que convierte a la testosterona y sus metabolitos en estradiol (hormona sexual femenina) y la reducción que la convierte a dihidrotestosterona DHT.

El aumento de la concentración de estrógenos implica ginecomastia, agrandamiento patológico de la glándula mamaria que en algunos casos puede ir acompañada de secreciones de leche debido al aumento de prolactina, y que una vez desarrollada la única solución es la cirugía.

También se produce retención de agua aumentando el volumen plasmático, con el consiguiente aumento de la presión arterial.

 

Niveles altos de DHT implican alopecia, acné, posible cáncer de próstata, y hepatitis tóxica, que según los datos del primer Registro Nacional de Hipertoxicidad Hepática se han multiplicado por tres en los tres últimos años.

Otros efectos adversos a destacar son la reducción de gonadotrofina encargada del desarrollo y función de las gónadas (testículos y ovarios) produciendo en varones atrofia testicular y menor cantidad de esperma (azoospermia). En las mujeres trastorna la ovulación y secreción de estrógenos, produciendo  masculinización, agrandamiento del clítoris, hirsutismo, voz grave..etc.

El colesterol total tiende a aumentar, se incrementa la resistencia a la insulina, disminuye el sistema inmune y se producen cambios en la personalidad, conductas agresivas y euforia.

 

Hoy en día y a pesar de la información, nos encontramos en una sociedad en la que lamentablemente la utilización de estas sustancias con el fin de mejorar la apariencia física de una manera rápida y fácil, está por encima de cualquier recomendación saludable, siendo aparte promovida por múltiples páginas webs y empresas dedicadas a este mundo, convirtiéndolo en un negocio ilegal que únicamente lleva al consumidor hacia un camino lleno de serios problemas para su salud. 

 

Comentarios  

+3 #1 Ruben30 22-04-2014 18:06
Gracias por el artículo, hay que conocer la gran cantidad de riesgo que desarrolla este tipo de sustancias.
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