El masaje relajante puede ayudar a combatir muchas molestias diarias, ayudando a mejorar el día a día de las personas.

Hacer un masaje no es un juego, y aunque para la mayoría de molestias se debe visitar un fisioterapeuta titulado, muchas veces el cuerpo necesita un masaje relajante para aliviar las tensiones del día a día.

Además, aunque los beneficios más conocidos de estos masajes sean el relajar el cuerpo, o una parte de este, después de una jornada agotadora o tras un gran esfuerzo físico, un masaje dado con las pautas adecuadas, nos aporta muchos más beneficios:

- Ayudan a mejorar el estado de ánimo, en casos de depresión y ansiedad, los masajes son adecuados ya que ayudan a rebajar el cortisol, una hormona asociada al estrés, además de disminuir la presión arterial.

- Nos ayudan a procesar mejor el dolor. Cuando una persona tiene dolores crónicos de una parte de su cuerpo, un masaje relajante ayuda a mejorar la rigidez y mejora la movilidad, suponiendo así un descanso extra.

- Tras un masaje relajante, conciliar el sueño es mucho más fácil. Relaja el cuerpo y aumenta las ondas cerebrales que invitan a dormir, por lo que, la hora perfecta para recibirlo es a última hora del día.

- Ayudan a evitar enfermedades. Si una persona lleva demasiadas cosas, tiende a tener una subida de estrés, y esta es la causante de que el sistema inmunológico no funcione en perfectas condiciones, siendo un momento clave para caer enfermo. Por ello, cuando damos un masaje relajante, los niveles de estrés de la persona se reducen, consiguiendo así una mejora de los sistemas endocrinos e inmune.

- Nos ayudan a mejorar los síntomas del síndrome premenstrual.

- Cuando una persona suele sufrir dolores de cabeza y migrañas, los masajes ayudan disminuir las molestias causadas por estos síntomas, además de la cantidad.

- En enfermedades como el cáncer, cuando el paciente esta recibiendo tratamientos muy fuertes, que le causan molestias graves, dolores, náuseas o ansiedad, un masaje ayuda a mejorar todos estos síntomas.

Formas de dar un masaje relajante

Un masaje relajante puede ser dado por otra persona o bien podemos convertirlo en un automasaje. Los beneficios de cada uno de estos, son diferentes, ya que cuando una persona se trata a si misma puede ir directamente al foco de su molestia, pero el contacto con otra piel y la diferencia de temperaturas, ayuda a estabilizar el calor corporal, y dispara las hormonas de bienestar.

Aunque para ambos masajes deberemos contar con una serie de pautas básicas. Un lugar adecuado para realizar el masaje, con una cama o una mesa en la que la persona que va a recibir el masaje se pueda tumbar, un buen aceite de masaje, que ayude a la fricción de las manos sin causar molestias y un ambiente adecuado, en el que no se pase ni mucho frío ni mucho calor, son algunas de los aspectos a vigilar cuando vamos a realizar un masaje relajante.

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